El cultivo del maíz es una práctica ancestral en el municipio de Sever do Vouga.
Almacenar los excedentes agrícolas es una costumbre ancestral, con el objetivo de prever las necesidades de futuras épocas de escasez.
Una vez cosechado, el maíz se almacenaba en los graneros, que en Sever do Vouga suelen tener paredes con una ligera inclinación, para que la lluvia no altere su calidad. Otra característica son las pequeñas aberturas de ventilación. Los graneros se dividían en barracones, siendo el más común en esta región el de tres barracones, con una longitud media de 5 metros. Se podía acceder al interior a través de la puerta o de las puertas laterales, que también estaban dispuestas en forma de listones. Su construcción puede admirarse en piedra o madera y son una fuerte referencia a la economía rural de los pueblos.
El ciclo del maíz se manifiesta en varias etapas de costumbres muy arraigadas, desde la siembra, la recolección, el deshoje, la trilla y el secado en eras, el almacenamiento en graneros o enlatadoras y el transporte a los molinos.
Se pueden ver numerosos ejemplos por todo Sever do Vouga, y hay que visitar las aldeas de Amiais, Vilarinho y la Era Comunitaria del Cedrim.